Globalización, desarrollo
regional y atomización del Estado Nación ©Martha C. Vargas T. Se permite
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1. Crisis de las economías emergentesA principios de julio de 1997, la crisis
asiática hizo erupción en Tailandia. (Botero, 1998 P.76-87). El gobierno no
pudo seguir sosteniendo el bath, que cayó en el mercado cambiario en cerca de
40%, seguido de una contracción de más del 50% en su bolsa de valores. Más de
la mitad de las entidades financieras del país fueron cerradas un mes
después. El modelo de los tigres y dragones asiáticos, pregonado por los
teóricos neoliberales como la senda del desarrollo para las economías
emergentes, había entrado en una profunda crisis. Al de Tailandia, siguieron
los derrumbes de Malasia, Indonesia, Singapur, Filipinas y grandes reveses en
Corea, Taiwan y Hong Kong. Varias características hacían vulnerables a las
tan alabadas economías: Una gigantesca especulación del capital
financiero, a tal punto que, por ejemplo, en Tailandia, la deuda externa e
interna de los sectores público y privado llegaba a cerca del 200% del PIB; La dependencia de fondos externos para
financiar sus economías era insoportable; Habían acumulado enormes déficits
comerciales, debido en gran parte a su dependencia de unos pocos productos o
partes de productos para adquirir divisas, mientras que tienen que importar
una enorme diversidad de artículos e insumos; Sus monedas estaban sobrevaluadas ; Varias de esas naciones tenían notables
déficits fiscales (aquí vale la pena recordar que Clinton, en el discurso
pronunciado en la reunión de la Organización Mundial del Comercio, OMC,
realizada en mayo de 1998, señaló que las empresas se ahorran 76.000 millones
de dólares al año solamente por la reducción de aranceles); Varias de esas economías se cimentan en
talleres de ensamble y dependen para atraer inversión extranjera de los
bajísimos costos de la mano de obra. Todas las anteriores son características
propias que el modelo de globalización les ha venido imponiendo a las
llamadas economías emergentes y que la crisis asiática ha puesto al desnudo,
a la vez que ha sumido en la quiebra a gran cantidad de empresas de esa
región, incluyendo a poderosos chaeboles,
como Kia y Daewoo, este último clasificado como la mayor multinacional de los
países emergentes. Ocho de los cuarenta principales chaeboles entraron en concordato. Estos conglomerados están
siendo comprados a menos precio por las multinacionales de los países
desarrollados, así General Motors adquirió control sobre parte sustancial de
Daewoo. El desempleo y la miseria proliferan en Asia, y su crisis tiene al
mundo al borde de una profunda depresión. El FMI, en su afán de impedir el hundimiento
de la liberalización económica, ha auxiliado a esos gobiernos con una suma de
117.000 millones de dólares, a la vez que les impone medidas que agudizan la
quiebra de las empresas y la pauperización de la población. A la crisis se
vieron arrastrados también Rusia y Japón, que no terminaba aún de recuperarse
de su última recesión cuando está de nuevo sacudido por quiebras de entidades
financieras de gran importancia. Los flujos de capital hacia los países
emergentes se contraen con rapidez. 1.4.6 En Latinoamérica ramas de la industria y la agricultura se quiebranLa apertura económica ha tenido en América
Latina un impacto negativo en los sectores de bienes de capital, intermedios
y de consumo de alta transformación, mientras que los bienes de consumo de
baja transformación han ganado participación en el PIB. (Sarmiento, 1996).
Según Misas “esto está ocurriendo en todos los países de América Latina,
incluyendo los de mayor desarrollo industrial como Brasil y Argentina, en los
cuales el proceso de apertura ha dado lugar a la pérdida de la mitad del
empleo del sector productivo de bienes de capital y la industria tiende a
concentrarse en el sector primario. Esta situación se ve agravada en países
como Colombia, en los cuales el proceso de desindustrialización que ha traído
la apertura arrancó ya de una participación muy baja de la industria en el
PIB”. Misas recalca que “en Colombia estamos perdiendo hasta el incipiente
avance industrial logrado en el tabaco, los textiles y las confecciones. La
rentabilidad en nuestros países no está en la producción de bienes
manufacturados, que tienen una competencia externa muy dura, sino en el
sector de bienes no transables, llámense industriales o de servicios. Las
grandes empresas, los grandes grupos... prefieren invertir sus recursos no en
textiles sino en la televisión, no en la producción de bienes de capital sino
en la producción del sector bancario, o sea, en sectores donde la competencia
externa no es fuerte.” El capital extranjero para competir tiene que invertir
en tales sectores “en este sentido el país se está llenando de hipermercados
como Makro y Carsa, los cuales compiten con el mercado local y quiebran a los
pequeños negocios. El capital extranjero también ha venido a comprar bancos,
empresas eléctricas, etc. No se está viendo que los inversionistas
extranjeros vengan a fundar empresas de bienes transables. Ahí no está la
rentabilidad. Conglomerados como Bavaria están perdiendo participación en el
sector industrial y aparecen ganando terreno en aerolíneas, televisión,
radio, telecomunicaciones”. Recalca que la globalización ha desmejorado el
nivel de vida de la población latinoamericana. En Chile por ejemplo
encontramos que hoy el porcentaje de personas en condiciones de pobreza
absoluta es mayor que el de 1970: 18% frente a 16%. Así aumenta la
concentración del ingreso mientras baja el nivel de vida de la población. Las
tasas de desempleo de Colombia y Argentina lindan el 17% y 19%. (Misas
1998:p. 40). Por su parte, Sarmiento Palacio recuerda
que la reforma neoliberal se presentó como un camino mágico para encontrar la
modernización y el crecimiento y sostiene que nunca se elaboraron mayores
estudios para verificar el realismo de sus premisas y la validez de sus
postulados dentro de un diagnóstico real de la economía colombiana. “A poco
andar se vio que el desbordamiento de las importaciones desplazaba las
actividades industriales y agrícolas de alto valor agregado. La economía
tendía a una especialización en actividades no transables y de alto contenido
importado que se caracterizan por su baja demanda. Como consecuencia, surgió
un monumental déficit en cuenta corriente que en la actualidad llega a un
5.7% del producto interno bruto. Luego, la entrada de capitales para
financiar el déficit se manifestó en una ampliación del acceso al crédito,
que estimula el consumo, ocasionando una caída de la tasa de ahorro de 20 a
15%. Por último, las acciones de las autoridades monetarias dirigidas a
atraer fondos para financiar el déficit en cuenta corriente se han reflejado
en un estado estructural de altas tasas de interés”. Agrega Sarmiento Palacio que “la apertura
tomó formas similares en todos los países de América Latina. El denominador
común ha sido la conformación de cuantiosos déficits en cuenta corriente, la
caída del ahorro y el debilitamiento de la industria y la agricultura de alto
valor agregado.” Los descalabros abarcan al sector
agropecuario, que ha sufrido una avalancha de importaciones. En Colombia, en
1997 superaron la cifra de 5 millones de toneladas, por un valor superior a
los 2.000 millones de dólares. El año 1997 se sembraron 600.000 hectáreas
menos que en 1990. El país se desindustrializa rápidamente.
El aporte de las manufacturas al PIB que era de 23% en los años 80 ya no
alcanza a 18%. Entre 1994 y 1997 entraron en concordato o se liquidaron 350
empresas, y muchas de las que subsisten han tenido que reducir personal y
entregar bienes en dación de pago. 1.4.7 Una aproximación al concepto de globalizaciónEn algunos de los acápites anteriores se
ha utilizado el término de globalización como sinónimo de
internacionalización, es decir, significando la creciente interrelación,
principalmente económica, de las naciones. La internacionalización se refiere
a la importancia del mercado mundial como lugar clave de acumulación y de
realización de las mercancías. (Restrepo 1996: p. 7). Pero en sentido más
preciso, el vocablo globalización se refiere a los cambios que se están
produciendo a partir de los años setentas. La UNCTAD dice que hay una
diferencia de grado y de intensidad entre internacionalización y
mundialización, pero afirma que “la globalización se refiere literalmente al
límite de la integración internacional entendido como un creciente número de
economías nacionales mutuamente interconectadas a través del intercambio de
bienes, servicios y factores de producción. Para Sachwald, mundializar profundiza la
internacionalización, particularmente integrando actividades geográficamente
dispersas al interior de las empresas multinacionales. Pero también implica
fenómenos nuevos: “la mundialización significa tanto la transformación de las
modalidades de la internacionalización para las empresas y las naciones como
una modificación de sus interacciones” (Cuervo y Gónzalez, 1997, ps. 168-169
). La especificidad del período para el autor
mencionado radica en la rapidez del proceso de liberalización, aún para los
renglones que estaban más protegidos; en el desarrollo de los intercambios en
una estructura multipolar que coexiste con una tendencia a la regionalización
de los mismos; en la combinación de un crecimiento en la movilidad
internacional de los recursos con la ampliación del campo de la competencia.
Dicken insiste en la diferencia entre internacionalización y mundialización.
La globalización no homogeniza el planeta, sino que por el contrario hay una
eclosión de la diversidad. (Cuervo y González, 1997: P.150). La internacionalización se refiere
simplemente a la creciente extensión geográfica de las actividades económicas
más allá de las fronteras nacionales. La globalización es una forma más
avanzada y compleja de la internacionalización que implica una integración
funcional de actividades económicas geográficamente dispersas. La
globalización es un fenómeno mucho más reciente que la internacionalización
(Dicken 1992: ) Según Darío Restrepo, las características
del post-fordismo, o la actual globalización, pueden ser enumeradas así: a)
se tiende a romper la gran empresa fordista y se la
deslocaliza, al tiempo que se forman empresas que realizan partes del proceso
productivo que antes estaba centrado en una misma empresa, las formas de
producción y contratación empiezan a variar de empresa a empresa. Así mismo,
el desplazamiento de partes de la producción hacia países diversos y remotos
entre sí hace que varíen las condiciones de producción y contratación de
trabajadores vinculados a una misma firma, que antes se hallaban
concentrados. b) Se ha
dado pie a una generalización de la subcontratación de la fuerza de trabajo,
pero también, de partes del proceso productivo. c) Se
multiplica la producción en pequeños talleres, y las agencias financieras
multilaterales, el Estado y la misma empresa privada fomentan la
microempresa, que muchas veces utiliza trabajo familiar. d) Aumenta
el trabajo domiciliario y a destajo, cuyo caso más notable lo constituye el
experimento de Benetton y otras compañías de la industria del vestido, el
calzado y las confecciones. e) Se
vuelve común el trabajo hecho en la casa para las grandes compañías, con el
apoyo de la informática. f)
Se promueven formas muy flexibles de producción
orientadas al mercado internacional, como es el caso de las maquilas, las
zonas francas y la microempresa, que utilizan trabajo femenino. g) Crece no
sólo el sector servicios sino que se multiplican las actividades del informal.
Deja de ser éste una característica de los países periféricos y crece en los
“desarrollados” (Mingione, 1991) h) Las
actividades subterráneas son un buen factor de acumulación, en particular,
aquellas asociadas al tráfico de drogas ilegales y al mercado de armas, al
tráfico de niños, migrantes y mujeres, etc. i)
Distintos sectores económicos son desregulados
abriendo la puerta a una competencia intensificada que finalmente apunta a
una mayor concentración. Entre tanto, se dan relaciones laborales heterogéneas,
privadas, coyunturales, contingentes. (Restrepo 1996). Luis Mauricio Cuervo resume las modalidades de la globalización
en tres niveles: monetario-financiero, actividad productiva y comercial. Y se
detiene en la conjunción e interacción de ellos. Monetaria-financiera : varias monedas
desempeñan el papel de divisa internacional, antes lo era el dólar. Las tasas
de cambio no son fijas sino flotantes. Hay mayor movilidad financiera pero
las inversiones especulativas se convierten en una fuente permanente de
inestabilidad y crean el riesgo de crisis. Mundialización productiva: se refiere a la
fábrica mundial. Incluye, además, la explosión de la diversidad, con miras a
superar las profundas dificultades provocadas por la competencia. Mundialización comercial: tiende a
equilibrarse el peso relativo de los tres polos del mundo desarrollado:
Estados Unidos, Europa y Japón. Tienen algún peso también los llamados nuevos
países industrializados y hay pérdida de empleos industriales en el mundo
desarrollado, se produce una terciarización
de la estructura económica, mientras se buscan nuevos sectores de punta y
el tercer mundo pierde su preponderancia en la exportación de productos
primarios. En síntesis el proceso de globalización,
teniendo en cuenta los acontecimientos económicos y políticos consiste en un
colosal proceso de concentración de capitales a nivel mundial. En él se opera
la mayor liberalización para los movimientos de capital. Las naciones se ven
condicionadas a ceder parte de sus potestades. La propia conducción
macroeconómica y monetaria es vulnerada. |