Globalización, desarrollo
regional y atomización del Estado Nación ©Martha C. Vargas T. Se
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2.7
Contradicciones
entre multinacionales y estado nacional
Las relaciones entre el estado nacional y
las empresas multinacionales, que en lo fundamental fueron de colaboración
durante todo el período en el que se buscó aprovechar prioritariamente los
mercados internos, no estuvieron exentas de conflictos. Es importante resumir
algunos de los puntos de discordia, para comprender mejor el origen de las
políticas que tienen como fin debilitar el estado nacional. El país local buscaba mayores impuestos y
propiedad conjunta, pretendía atar a las multinacionales fabriles más
directamente al proceso de desarrollo industrial. Para esto, recurría entre
otras cosas a lo siguiente: 1.
Las presionaba para producir mayor valor agregado
localmente, dotar de más contenido autóctono los productos terminados y
ampliar los vínculos dentro de la economía nativa. 2.
Pretendía obligarlas a utilizar sus redes mundiales
de comercialización para exportar más productos y componentes de la economía
local. Sucedió así principalmente en sectores de
tecnología madura y estable, por ejemplo en la industria automotriz. En 1957,
el contenido local de ésta en América Latina fue del 30%; en 1980, había
subido al 70% aproximadamente, con requerimientos impuestos por Argentina del
95%, por México del 60% y Brasil del 100%. En la explotación de cobre y petróleo, las
exigencias de los países incluían impuestos más elevados, mayor
procesamiento, comercialización conjunta, más empleos para sus ciudadanos en
puestos administrativos, y propiedad compartida. Estas demandas de los estados nacionales
chocan cada día de manera más aguda con la necesidad de las multinacionales
de planificar globalmente sus operaciones. Por lo tanto responden con
estrategias como: a)
Realizar
las inversiones en forma secuencial, de tal manera que pueda prolongarse en
el tiempo la satisfacción de las presiones nacionalistas; b)
Hacer
acuerdos para obtener algunos de los materiales destinados a las operaciones
locales y vender los productos en otros países, lo cual impide que un país
pueda nacionalizar una operación completa. c)
Se
construye una estructura de préstamos que funciona como elemento de disuasión
financiera, tal es el caso de los préstamos sindicados, en los que participan
banqueros de distintas partes del mundo y entidades multiestatales como el
Banco Mundial, frente a las cuales cualquier incumplimiento genera la
retaliación de un cúmulo de instituciones y países. d)
Procuran
efectuar inversiones menores, restringen la transferencia tecnológica,
controlan la comercialización, todo lo cual redunda también en una relativa
invulnerabilidad. Lo contrario, una gran inversión fija, tecnología madura,
comercialización no diferenciada y creciente competencia apuntan a hacerlas
vulnerables. e)
Escogen
socios locales, tratando de rebajar su propio perfil para así captar aliados
en el sector privado local en contra de los elementos gubernamentales que
aparezcan demasiado intervencionistas.[1] La globalización, con todas sus políticas
de liberalización comercial, tales como las rebajas de aranceles, la
dispersión de la producción y la autonomía regional, resuelve las principales
exigencias de las empresas multinacionales y las coloca en una situación de
completa ventaja frente a las naciones. Visto en perspectiva, las empresas con
operaciones en diversos países durante el periodo keynesiano y de la guerra
fría, tuvieron que hacer importantes concesiones a los Estados Nacionales
donde desarrollaban operaciones sus filiales. En la llamada era de la
globalización la balanza se inclina a favor del capital multinacional, ya que
los Estados han tenido que ceder gran parte de lo que les correspondió en el
período anterior. Es el caso de la rebaja de aranceles que facilita que las
operaciones de la multinacional se den en distintos países; las reformas financieras
que han debido formular los gobiernos; abandonar los reclamos de un creciente
valor agregado nacional, los procesos de privatización adelantados; la
flexibilización de las relaciones laborales; las reformas tendientes a
reestructurar y minimizar el tamaño del Estado y en general, medidas de
apertura económica que se han venido aplicando a lo largo de la década del
noventa. Todo lo anterior, son particularidades de la tensión existente entre
el Estado Nación y las empresas multinacionales durante la globalización. |